Desde la distancia te observé,
un sueño vívido, tan claro, tan etéreo,
cada detalle, cada gesto capturé
en el lienzo de mi alma, en lo más profundo.
Acerqué mi mano con anhelo,
buscando tu calor, tu presencia,
pero el eco de tu ser se desvaneció,
como la niebla al rozar la realidad.
En el teatro de mis sueños,
fuimos actores de una historia sin final,
donde el tiempo se detiene
y los corazones laten al unísono.
Pero el destino tejía su tela,
entre hilos de ilusiones y desvelos,
y descubrí que tu toque ya no era accesible,
que tu presencia se desvanecía como el alba.
Ahora, en el silencio de mi ser,
quedan los ecos de lo que pudo ser,
un amor que brilló en la penumbra,
pero que se desvaneció en la distancia.
Y así, en la quietud del recuerdo,
guardo la imagen de tu sueño vívido,
que tan claro, tan lejano se tornó,
como un destello efímero en mi existencia.
savage